viernes, 30 de julio de 2010

MUERTOS EN POTENCIA


Por Humberto Mendieta


Cada ser humano que porta un arma es un muerto en potencia porque es quien está dispuesto a enfrentar una agresión, a vengar el honor mancillado, a recuperar lo hurtado, a devolver la ofensa. En fin, decenas de causas que lo llevan a defender o a atacar, y por supuesto, a arriesgar y a morir. Los antecedentes colombianos son macabros. Las armas están presenten en nuestra historia desde que se presume el nacimiento de la violencia en Colombia por la lucha de la tenencia de la tierra, por razones partidistas, por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, por el narcotráfico, y de nuevo por la tierra, pero esta vez enfundada en ropa de guerrilla o de paramilitarismo. Hay estadísticas.

Se estima que cerca de más de mil personas mueren a diario en el mundo sólo por lo que se denominan armas ligeras. Es decir el 38 corto, la escopeta de caza, la pistola doméstica, el revólver en la mesa de noche. Sólo la cuarta parte de esas bajas son por conflictos bélicos y el 5% por accidentes. ¿Qué pasa con el otro 70%? El 14% son suicidios y el 56% homicidios por asaltos y riñas, producto de la intolerancia y la violencia doméstica. Y ahí están como ejemplo diario los titulares de prensa con los mismos protagonistas: un marido celoso o un borracho rabioso. Una profunda cultura del arma, que tiene más arraigo en zonas caribeñas como La Guajira y el Cesar, y en regiones andinas como los Santanderes, Antioquia y los Llanos, produce un alto nivel de homicidios cada año, que contribuyen a que América Latina sea el continente más violento del mundo.

Hay una tendencia del colombiano a armarse en busca de sentirse seguro. Lo que logra ese ciudadano es crear situaciones de riesgo y patrones de conductas violentas en los niños. Tener un arma en casa incrementa casi tres veces el riesgo de muerte para una familia. En este país, el 82,2% de las muertes no se originan en el conflicto
Entonces ahí viene el fierro, el trueno, el chopo y toda la jerga del homicida ocasional, y quién quita, del matón profesional. Por todo esto hay que reconocer la efectividad del programa de desarme que se ha realizado aquí con el liderazgo de la Gobernación del Atlántico, ‘No a las armas, sí a la vida’, inclusive luchando desarmados contra fuertes corrientes opuestas al programa. Pero los números hablan y mostraron que los homicidios bajaron considerablemente durante los últimos cuatro meses de 2009. Fue un ejemplo de civilidad acogido como modelo en 31 departamentos con campañas pedagógicas. Han pasado 233 años desde que durante la colonia, en 1777, la Corona prohibió el uso de la ruana en Nueva Granada por considerarla peligrosa. ¿No podemos hacer lo mismo con las armas?

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) MUERTOS EN POTENCIA. Artículo de Opinión Publicado el 31 de julio en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia.humberme@yahoo.com

miércoles, 28 de julio de 2010

LOS NUEVOS VECINOS ESTÁN EN MERCADO.BANG

Por Humberto Mendieta

Pocas, poquísimas voces de protesta salieron de las gargantas de nuestros locuaces prohombres cuando el Gobierno decidió que en Barranquilla sería instaurado un Tribunal de Justicia y Paz para procesar decenas de paramilitares acogidos a la Ley que abriría paso al perdón y a la reconciliación. Por eso desde diciembre de 2006 se escuchan desgarradoras declaraciones de reos que ordenaron matanzas, nunca justificadas ni debidamente castigadas.

En cambio esos locuaces prohombres tendieron sin chistar una larga alfombra escarlata a la decisión. Ningún congresista de los que fungen ser atlanticenses musito palabra alguna. Nada les preocupaba o no entendían. No venían por ellos, era un asunto de la administración de justicia. Tampoco visualizaron el panorama de lo que hoy sufrimos. No vieron, por ejemplo, que esos reos viajarían acompañados de una corte, de lacayos, de siervos y de pistolas. Aquí se instauró un nuevo reino que hoy colabora generosamente con altos índices de criminalidad, como nunca se hubiese pensado. El Atlántico, con énfasis en Barranquilla, cerró en 2009 con un triste superávit: 516 muertes violentas contra 479 de 2008 y en 70 días del veinte diez sobrepasamos 80 homicidios. Hay de todo, claro. Riñas y cobros. Pasión, mafia y ladrones. Mil razones. Todo con una oferta amplia de gatillos, algunos de ellos son los nuevos vecinos y conforman un portal que debería llamarse mercado.bang.

Entre agosto de 2002 y octubre de 2009 la cifra de desmovilizados fue de 51.992. El 61% producto de las negociaciones de paz con las AUC. ¿Dónde están esos desmovilizados? Ya se los digo: Muchos aquí. Seguro que algunos en proyectos de resocialización, pero buena parte con la adrenalina encendida, pues las ofertas laborales institucionales son, a su gusto, muy aburridas. También en Barranquilla hay 104.532 desplazados por la violencia. Los procesos de adaptación y convivencia debe asumirlos la ciudad, que hace grandes esfuerzos para cumplir con esa carga. Un buen número se instaló aquí por miedo, luego de los juicios a los asesinos de sus parientes.

El tema es tan amplio y de estudio que el abogado y filósofo barranquillero Juan Pabón Arrieta hizo su tesis para Magíster en Derechos Humanos en la Universidad Alcalá de Henares sobre La Memoria y la Justicia Transicional , haciendo una crítica a la Ley de Justicia y Paz en Colombia. Se trata de aplicar justicia evitando la impunidad de los responsables por los crímenes cometidos mediante violaciones a los derechos humanos, sin que éstos pierdan su dignidad y puedan ser reincorporados a la sociedad. La justicia transicional es una respuesta a las violaciones sistemáticas a los DD.HH. Su objetivo es reconocer a las víctimas y promover iniciativas de paz, reconciliación y democracia. Qué bueno que el proceso de justicia y paz se abra paso, pero no es justo que ese camino se labre sin una política de retribución para el Atlántico y su capital, sociedades tradicionalmente pacíficas y que ahora pagan por ese riesgo, tanto que los reos piden quedarse en Barranquilla porque aquí, hasta en la Modelo, es más fácil la convivencia. Hay que complacerlos, son los nuevos vecinos, los de mercado.bang.

martes, 27 de julio de 2010

ALGO HUELE MAL CERCA AL CADÁVER DE BOLÍVAR

Por Humberto Mendieta

Camino por Maracaibo, en plena Plaza Bolívar, rodeada con celo y orgullo por el Palacio Municipal, el Banco Central, la Gobernación del Zulia y el Palacio Legislativo. Es el centro del Centro. Aguzo el oído para escuchar en las esquineras tertulias tropicales qué dicen los hermanos venezolanos de la controversial exhumación del cadáver del Libertador. Como un acto aberrante lo califican los más veteranos. “Son caprichos abusivos para prácticas non santas”, es una de las hipótesis que circula.

Algo huele mal. Y no son precisamente los restos del hombre que liberó cinco naciones, a quien le rendimos respeto y admiración y de quien hace apenas siete días exhumaron su cuerpo en Caracas, en una ceremonia que rayaba en rito con barniz científico. Lo particular es que junto al llanto teatral y plañidero se oía una queja sorda y adolorida de millones de venezolanos invisibles y vilipendiados.

Lo que huele mal son las 80 mil toneladas de alimentos que dejaron podrir.

Importada por el gobierno venezolano, la comida estaba en contenedores cargados de leche, trigo, carne y enlatados para los Mercal, los mercados populares. Tras ese “pequeño error” hay mil consejas sobre millonarios negocios de sobrefacturación y cambio de dólares, billetes cada vez más controlados aquí. Casualmente, hace tres días, en Barranquilla, también se sintió el olor fétido que establece que algo se está pudriendo. Pero esta vez no fue cerca a un cadáver, sino a su figura sobre “Palomo”, el caballo. Fue durante la ceremonia del 20 de julio, a los pies de la estatua del Padre de la Patria, en el Paseo de Bolívar, a pocos metros de la actual Alcaldía. La Plaza fue recuperada en 2003 por el Distrito con el denodado esfuerzo de la Universidad Simón Bolívar, pero ahora volvió al azote del vándalo, disfrazado de vagabundo o de ejecutivo, que aprovecha el desgano oficial, el laissez faire laissez passer barranquillero y la falta de respeto por los verdaderos símbolos para tomárselos como botín de guerra, como nuevos colonizadores.

Lo de Venezuela y Barranquilla se parece porque El Libertador está de por medio. En Caracas en un sarcófago. En la calle 34 en la figura. Lo de Barranquilla es tapado con otros distractores, lo de Venezuela es visto como un sacrilegio con el personaje y con la historia, en un acto que se acerca más a una nube de humo, pues tratar de establecer si El Caudillo de los Descamisados fue envenenado con arsénico no aporta nada, ni justifica una declaratoria de guerra. Se puede eso sí, correr el riesgo de una lamentable sorpresa si resultan ciertos los viejos rumores de que el terremoto de 1843 en Santa Marta removió la tumba. Dicen que los restos de su titular fueron lanzados al mar por santanderistas feroces y remplazados en el nicho por los de doña Josefina Diazgranados, noble dama de la más pura estirpe samaria.
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Mendieta-Torres, Humberto. (2010) ALGO HUELE MAL CERCA AL CADÁVER DE BOLÍVAR. Artículo de Opinión Publicado el 23 de julio en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia.

LOS ETERNOS CAUDALES DE LA MUERTE

Por Humberto Mendieta

No hay soluciones concretas ante esta amenaza mortal que se torna tan democrática a la hora de matar. Lo ha hecho a través de la historia de la ciudad con niños, jóvenes, prestigiosos médicos, fiscales, ejecutivos y amas de casa de todos los estratos. No importa que sea al Sur o al Norte. Los arroyos de Barranquilla son inclementes, son los eternos caudales de la muerte. Y son eternos porque como van las cosas no tendrán solución jamás. Aquí hay una pretensión de censo del número de muertes por los arroyos, cuya cifra real supera los mil.

Es cierto que es una herencia desde cuando la ciudad comenzó a ser urbanizada de manera formal. Ése fue un momento muy breve, pues vino enseguida la informalidad, uno de los factores que disparó la creación de los desordenados y asesinos caudales al desviar cauces naturales para invadir lotes con fines electoreros, además de construir grandes áreas de cemento, que evitan la absorción. Cada gobierno pasa sin resolver, aunque en la mayoría de los casos ha tenido el ánimo de hacerlo. Es cierto, el problema es tan grande y tan costoso que la solución es cada vez más lejana. Una alternativa para poner freno a las desordenadas escorrentías es crear incentivos o exenciones a quienes conserven antejardines y sobre todo a quienes eliminen placas de cemento en los antejardines, placas que evitan el curso natural del agua al suelo y subsuelo.

Un ejemplo palpable está en barrios como Las Nieves y Los Andes, y por supuesto también al norte de Barranquilla. En todos esos sectores los propietarios diseñan indiscriminadamente su acera con losas que evitan la circulación regular de peatones y de corrientes de agua. Pero un incentivo es muy costoso y una prohibición muy impopular, y a los gobiernos les interesa más la popularidad que el bien común.

Es increíble que la primera recomendación oficial en materia de arroyos se hizo tardíamente en 1957 y fue por medio del Primer Plan Regulador de Barranquilla, que proponía la canalización de algunos arroyos para reordenar el espacio físico y evitar el caos urbano que ahora estamos viviendo. Pero en los 60 los politiqueros tradicionales incentivaron las invasiones, factor que incrementó la impermeabilización y a su vez disminuyó la absorción de la superficie con la construcción de viviendas y vías en concreto. No alcanza el espacio de esta columna para enumerar las decenas de proyectos que han pretendido eliminar o disminuir el peligro de los arroyos. Una de ellas fue la construcción de reservorios de agua para disminuir los volúmenes de escorrentía. Otro, un sistema de alcantarillado pluvial con tubos de 4 a 5 metros de diámetro. O el proyecto de los hermanos Arzuza, que propusieron cubrir con canales de concreto estructural prefabricado las calles y avenidas por donde transitan los arroyos.

También estuvo la captación de aguas. Está a su vez el famoso y renombrado estudio de la Misión Japonesa con la instalación de cunetas y box coulverts. En 2002 una asesoría de la Universidad Nacional dio luces, pero no había plata. En fin, Barranquilla no está preparada para enfrentar los intensos aguaceros tropicales sobre una ciudad de cemento. Pero ninguna cifra, ningún proyecto va a devolver la vida a los miles de hombres y mujeres ahogados en los caudales de la muerte. Ni a Jaime Salazar, el niño que esta semana murió arrastrado por el arroyo de la 21.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) LOS ETERNOS CAUDALES DE LA MUERTE. Artículo de Opinión Publicado el 16 de julio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

RICARDO… JORGE…

Por Humberto Mendieta

El Mundial, la publicidad y el caos de Barranquilla tienen en común la multitud, el ruido, la ironía, la ridiculización y las sorpresas. Sobre todo las sorpresas. Pero en el Mundial, al igual que en la publicidad, éstas forman parte del juego. En cambio las pretendidas y absurdas soluciones al desorden local aparecen de pronto, para asustarnos y no para aliviarnos.

No saben los ingeniosos creadores de las nuevas y graciosas piezas publicitarias del “lugar equivocado” de Davivienda, emitidas por los canales nacionales en el marco del Mundial, cuán cercanos estamos en Barranquilla al compañero de transmisión de Ricardo y Jorge, los supuestos periodistas del máster de televisión que reciben las cantinflescas y casi siempre equívocas intervenciones de su colega, ubicado, o en realidad, desubicado en Sudáfrica.

Así estamos aquí. Aún no hay suficiente ilustración sobre las inexplicables sorpresas de los portales y las estrechas vías del Transmetro y del puente de la 38 con Circunvalar, obras a las que se les ha bautizado en la picaresca local como ‘añuñías’ en el caso del transporte masivo, y como ‘El puente de los agachados’, en lo que pretende ser solución al embotellamiento del cruce de la vía a Juan Mina con la Circunvalación. Es inaudito cómo fue cercenada la carrera 46, columna vertebral de la ciudad en el marco de la malla vial. La ciudad fue sometida a una intervención quirúrgica para que camine mejor, pero los médicos –los constructores– la dejaron inválida.

El puente de marras no llega ni a tesis de grado, con errores garrafales que la Sociedad de Ingenieros señala como de una pobreza profesional que posibilitó otra obra mezquina con la ciudad, en términos geométricos, urbanísticos y operativos.

No sabemos qué dirán Ricardo y Jorge desde el máster central, pero la alternativa de hacer túneles para que puedan pasar los vehículos debido a la poca altura con que fue construido, raya en el chiste, la burla y la imprevisión. Reconocidos columnistas de este diario, como Roberto Zabaraín y Horacio Brieva, han explicado en detalle el porqué de los errores.

Nuestro número 10, el alcalde Char, gran conocedor de fútbol, tiene dos obligaciones en el amplio estadio que es la administración pública: la primera, preservar el bien común, que en este caso no se está cumpliendo. La segunda, salvar su honor profesional ya que es ingeniero civil y algo debe saber del tema. ¿O cómo explica que pidiera airado la renuncia del Gerente de Transmetro dos años y medio después de ejercer su cargo de primera autoridad?

Por lo pronto, ambas obras son sendos autogoles monumentales que el compañero de Ricardo y Jorge anunciaría como lo hacen las autoridades locales, como un éxito, cuando se trata de un estruendoso y vergonzante fracaso. Lo que es peor, irreparable, porque al menos los mundiales son cada cuatro años y los perdedores tienen la justa oportunidad de reivindicarse, más no los inermes ciudadanos de una regular administración disfrazada de eficaz. Sigan ustedes en estudio, Riicaardoo… Joorgee…

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) RICARDO… JORGE…Artículo de Opinión Publicado el 09 de julio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

LOS ARROYOS AHOGAN LA JUSTICIA


Por Humberto Mendieta

Una tarde lluviosa de septiembre del 87 un bus de la ruta Porvenir Paraíso fue arrastrado por las aguas del temible y traicionero arroyo de la 84. Esa vez –relatan los testigos- no fue imprudencia del conductor que manejaba entre un incipiente arroyito producto del chaparrón en ese sector. De pronto un verdadero torrente se les vino encima, imparable y originado en el aguacero descomunal que había caído sobre otros barrios de la parte alta de la ciudad. Fue entonces cuando comenzó la tragedia. Las aguas arrastraron el pesado automotor y los indefensos pasajeros salieron disparados. Se ahogaron siete personas, entre ellas universitarios y amas de casa. Una de las víctimas fue Jorge Salazar, pensionado de la Armada, de 63 años.

La familia del militar retirado decidió interponer una acción legal contra la ciudad. Más que la búsqueda de la indemnización querían poner el dedo en la llaga de una crónica enfermedad que aqueja a los barranquilleros como una vieja artritis que de año en año hace su dolorosa aparición. Y lo lograron. Nunca antes se había obtenido una condena por esta falla en el servicio, como se denomina en términos jurídico a la falencia del Estado en la preservación y cuidado de sus asociados.

Los arroyos no son sólo un tema de parálisis de la economía. Se trata de la vida, de la protección de los ciudadanos.

El proceso comenzó en 1990 con demanda ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Atlántico, donde fue fallado a favor de los demandantes, grupo conformado por la viuda y los hijos del señor Salazar. La condena produjo un efecto inmediato: la ciudad ubicó señales de “Arroyo peligroso” para prevenir a la gente y evitar otros procesos. Sin embargo, y eso es objeto de otra discusión, los casos siguen en buena parte por irresponsabilidad de conductores.

En 1998 el Consejo de Estado confirmó la decisión de primera instancia. Los procedimientos judiciales lo llevaron al Juzgado 14 Civil del Circuito, que aprobó la indemnización en el proceso radicado en el expediente número 206-2000, acuerdo que hizo tránsito a cosa juzgada. Los demandantes hicieron los requerimientos correspondientes y desde 2001 los Alcaldes de Barranquilla han hecho caso omiso de la orden judicial, en una muestra de intolerancia e infinita burocracia irrespetuosa de las órdenes judiciales. Ignorancia, burocracia, desacato o todo junto se plasman en este proceso que bien podría ser el de Kafka, sólo que aquí los arroyos ahogan la justicia.

Los capítulos de esta historia están resumidos en el proceso de restructuración de deudas del Distrito, la Ley 550 y la no objeción ni rechazo por parte del Distrito del pago de la indemnización. Todos esos trámites fueron surtidos en su momento por los demandantes. Este año se cumplirán 23 del fatal accidente, 21 de la presentación de la demanda, 12 del fallo final del Consejo de Estado, 10 de la liquidación del acuerdo en el Juzgado 14. ¿Cuántos años más se necesitan?


Mendieta-Torres, Humberto. (2010) LOS ARROYOS AHOGAN LA JUSTICIA. Artículo de Opinión Publicado el 02 de julio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

CUANDO UN HIJO SE VA

Por Humberto Mendieta
En los últimos 20 años Colombia ha consolidado un luctuoso liderazgo, el del rompimiento de la cadena del duelo, que se materializa cuando los hijos se van de este mundo primero que los padres. No hay dolor mayor, ni pena más dura. Es una prueba de la vida sólo para valientes mártires escogidos al azar. Es jugada inesperada en el ajedrez del destino contra la que nadie está preparado. La razón por la que Colombia va entre los primeros de ese triste e inmisericorde ranking se debe a la violencia rayana en ciudades y verdes campos, durante bastante tiempo pintados de rojo. Muchos padres han tenido que enterrar a sus hijos y en algunos casos aún más desesperanzadores ni siquiera acceden a darles el último adiós.

Reinan circunstancias como la intolerancia o a la criminalidad, infaltables ingredientes de la violencia nacional que ha martirizado al país. Recuerdo todavía con dolor la historia de un campesino en Córdoba que seguía llamando a su hijo con gritos de vaquería para que cerrara el portón, ordeñara a La Moruna o limpiara el potrero. Se negaba a aceptar u olvidaba adrede que su hijo había muerto hacía meses por las balas asesinas del paramilitarismo.

Hay otras circunstancias diferentes a las originadas en la clásica violencia nacional y ocurren cuando por otras razones, ángeles, en el primor de sus vidas, son arrebatados en un instante del seno de su hogar, haciendo trizas el bien elaborado libreto de su destino, destrozando a dentelladas un futuro armado con tesón de amantísimos padres trabajadores, responsables y queridos por la comunidad, como es el caso de Beatriz Elnesser, Janeth Urquijo, Darío Cabello, Mónica Angulo y Juancho Consuegra, un hombre que, paradójicamente, día a día cura, salva niños o los recibe a la vida con incomparable alegría. Y como es el caso de miles de seres humanos a los que se les han ido de las manos algunas de sus gemas más valiosas.

¿Hay alguna pócima milagrosa, una vacuna contra la pena, un ungüento que alivie la daga en el alma que produce la pérdida de un hijo? No. No la hay. Psicólogos y religiosos; humanistas y científicos; madres, padres y abuelos ponen al servicio del mundo sus sesudos y amorosos conocimientos para menguar el sufrimiento. Lo alivian sí, pero el duelo hay que hacerlo.

También existen organizaciones de apoyo espiritual y psicológico como La Gema Perdida y otras conformadas por quienes la vida los privó de seguir compartiendo en este plano de la existencia los éxitos, las alegrías, las tristezas o la sonrisa de un vástago. Cuando esto ocurre, cuando un hijo se va, un invisible botón de pausa detiene de un tajo la vida y deja a los dolientes, que somos todos, en un inexplicable limbo. Hay que derramar las lágrimas, hacer el duelo con fortaleza y vivir para quienes están vivos.
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Mendieta-Torres, Humberto. (2010) CUANDO UN HIJO SE VA. Artículo de Opinión Publicado el 25 de junio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

SINCELEJO, 30 AÑOS DESPUÉS

Por Humberto Mendieta


Guillermo Arrázola Mordecay me contó que estaba escapado de su abuela, a un paso de la entrada de la corraleja de Sincelejo, cuando la estructura se vino abajo. De eso hace 30 años y cinco meses, 500 muertos y un dolor profundo.

Fue como la peste negra en la Europa del siglo XIV, tanta gente había perdido la vida que no se sabía a quién llorar.

Fue una falla en el servicio, falta de previsión del Municipio y la Nación que, conociendo la idiosincrasia de un pueblo como el sabanero, sabiendo que se realizaban las corralejas y pudiendo prever la tragedia, no lo hizo.

Por eso el recordado jurista paisa Tarsicio Roldán Palacio demandó a nombre de centenares de familias que fallecieron en la tragedia. Finalmente el ansiado fallo salió del Consejo de Estado en abril de 1988. En esa fecha Roldán
Palacio, penalista y administrativista, me recibió en su oficina de la Quinta con 19 en Bogotá. Contó que apenas supo de la caída de los palcos se fue volando a Sincelejo, habló con la gente y recibió los poderes, sin ningún honorario. “Era gente muy pobre. No tenía cómo enterrar a sus muertos”, explicó Roldán, quien dos años después fue asesinado en su oficina junto a su esposa a causa de uno de los tantos riesgosos casos que tomaba como litigante.

El fallo obligaba el pago de casi $5 mil millones de indemnización que no han sido reembolsados al Ministerio de Hacienda, entidad que hace dos días dio un plazo perentorio al Municipio de Sincelejo para que en los próximos tres años devuelva $4 mil 100 millones que le adeuda por la indemnización a las familias que demandaron, nos cuenta el hábil reportero Jaime Vides.

Pero lo particular es que como el Municipio no cumplió en su momento con las cuotas que debía cancelar y el actual plazo es tan corto, el Ministerio se puede llevar de un tajo el 25% del presupuesto de Sincelejo, noble y cálida ciudad a la que no le alcanzan los recursos. Ahí están sumados la imprevisión de los gobernantes mal preparados para ejercer el poder y el irresponsable incumplimiento de los fallos judiciales.

Colofón: Hace unas pocas horas Argentina venció a Corea en el Mundial. Cómo nos gustaría a los colombianos estar presentes allá como en el 62, el 90 y el 94. No hemos vuelto desde que la Selección se fue de Barranquilla. Nuestro clima y el público fueron ingredientes vitales para esas dos últimas clasificaciones. Los intereses económicos de las grandes cadenas de televisión pudieron más que la conveniencia nacional.
¡El domingo, a votar!


Mendieta-Torres, Humberto. (2010) SINCELEJO, 30 AÑOS DESPUÉS. Artículo de Opinión Publicado el 18 de junio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

AQUEL NOVIEMBRE DEL 85


Por Humberto Mendieta
Ningún noviembre tan nefasto como el del 85. Primero el Palacio de Justicia y siete días después Armero. Fue un dolor tras otro. Hoy la condena al Coronel Plazas Vega nos trae ese triste recuerdo y aunque un país civilista respira relativamente resarcido, otro país se siente chivo expiatorio. La sentencia a 30 años al militar vincula con firmeza al entonces Presidente Belisario Betancur, de triste desempeño durante su cuatrienio y de decisiones equivocas en momentos coyunturales de la nación. B.B. fue más poeta, más lúdico y más relacionista público que estadista.
Recuerdo la tarde de otro noviembre, el de 2002, cuando entrevisté a Plazas Vega. El era Director de Estupefacientes del actual gobierno. Ese era el objeto de la entrevista. Se mostró como lo que es: un militar veterano, curtido, tropero y radical. Toqué el tema del Palacio y lo eludió. “Ya pasó. No quiero hablar de eso. Cumplí con mi deber”.
En aquel noviembre del 85 murieron dos barranquilleros que se desempeñaban en la Corte, el doctor Andrade, Magistrado Auxiliar del Magistrado Dante Fiorillo, y la secretaría de éste, Nurys de Piñeres.
Otro Caribe, Alfonso Jacquin, fue actor como miembro del M-19. Lo conocí en la Unilibre, siendo él profesor y aguerrido y tremendista militante de izquierda. Fue el de la idea del juicio a Betancur, apoyado en un alegato de Uribe Uribe de que la "protesta armada" era legítima para lograr un fin político supuestamente altruista. Solo que el “M” jugó cartas equivocadas, pensaron que lo más excelso de la intelectualidad jurídica del país, la mejor Corte Suprema de la historia, era la joya de la corona para negociar con el gobierno, al que no le importó y en cambio exageró la legítima defensa de la institución al desbordarse en el ataque. De ahí el fallo de la valiente Jueza.
El periodista Horacio Brieva afirma ahora que Jacquin despilfarró su vida y su futuro como abogado y como político en una acción demencial que ha tenido consecuencias tan funestas para el país y que dejó dolor, odios y rencores.
Odios y rencores que se exacerbaron desde que vimos por televisión cuando los tanques cascabel y urutú del ejército derribaban la puerta del Palacio, justo donde paradójicamente están las palabras de Santander: “Colombianos si las armas os dieron la independencia, las leyes os darán la libertad”.

Se respondió a la fuerza con la fuerza, que remplazó a la razón. Las armas remplazaron la inteligencia y se derivó a la catástrofe, rindiendo culto a la violencia por parte y parte. Un triste testimonio señala que el Ministro de Gobierno de B.B., Jaime Castro, rechazó la mediación de García Márquez, calificándolo de charlatán. Se perdió un mediador de oro para el cese al fuego pedido por Reyes Echandía. Esa respuesta en tono descalificador cerró la posibilidad del diálogo a fin de evitar la catástrofe humanitaria que no se pudo impedir y de la cual la conciencia democrática y humanista de la nación no se recupera todavía.

Sin duda el M-19 se equivocó de edificio porque si hubiese asaltado el del frente del Palacio, es decir el del Congreso, el gobierno hubiera negociado sin sangre ni fuego.



Mendieta-Torres, Humberto. (2010) AQUEL NOVIEMBRE DEL 85. Artículo de Opinión Publicado el 11 de junio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

TRES MILLONES

Por Humberto Mendieta

No importa si los tres millones de votos de Mockus son producto del castigo a la clase dirigente, o un golpe al mesianismo y megalomanía de Uribe, o resultado de la falta de análisis y madurez política de un sector de colombianos desesperados y aburridos de tanto escándalo, que buscan una nueva nación. O de todo eso junto. O de la pretensión de refundar el país, como dicen los expertos. La verdad aritmética es que son tres millones que hay que oír, porque algo pasa. De todos modos sigo sin entender el pensamiento político del distinguido profesor.

Más aún después de verlo el domingo en la noche en un lamentable espectáculo que le restará, sin dudas, un buen número de adeptos. Pero por encima de todo hay que reconocerle que planteó una nueva forma de hacer política, sólo que tipificándose más como voto castigo, que como una opción alternativa.
No sobra decir que los votos castigo son puros y transparentes de opinión, pero éstos también pueden estar equivocados. O si no qué han sido Chávez, Ortega, Correa y Evo. No vayamos lejos. Aquí tuvimos largo rato al Cura Hoyos, que por un buen tiempo nos deslumbró y nos hizo creer que era el interlocutor entre Jesús, Marx, Name, Gerleín, Char, el M-19 y los demás.

En un país derechizado como Colombia el gran ganador en realidad es Petro, porque lo de Vargas Lleras era previsible dado su desempeño en los debates, conocimiento del país y su tono autoritario. El mismo tono de Mockus, que mantiene arropado bajo lanuda cobija y deslumbrantes frases ininteligibles. Razón tenía Alfredo Iriarte cuando escribió Bestiario Tropical, un ameno retrato de las más tristemente célebres dictaduras latinoamericanas: en esta región del mundo la personalidad de los mandatarios no es demócrata sino monárquica.

Como seguía sin entender revise Calila y Dimna, el libro del soberano y el político; Perfiles Políticos, breves y muy bien presentados idearios políticos recopilados en un texto de Jorge Mario Eastman. Pero aun así no comprendo a Mockus. Acudí entonces a un amigo experto en el filósofo y sociólogo alemán Habermas para que me explicara la Teoría de la Acción Comunicativa, y nada. Ahora estoy buscando en el I Ching, milenario oráculo chino y respetable libro de las mutaciones.
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Mendieta-Torres, Humberto. (2010) TRES MILLONES. Artículo de Opinión Publicado el 04 de junio de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

NI POR MODA NI POR MIEDO


Por Humberto Mendieta

Nunca una campaña política criolla había tenido tantos y tan buenos candidatos a la Presidencia. ¿Cuál es el misterio por el que Pardo, Petro y Vargas no repuntan en las encuestas después de verlos en los debates? Aparentemente ninguno, sólo que las preferencias están dirigidas a quienes los grandes medios endiosan y mitifican, con algunas razones y otras exageraciones. Son medios capitalinos de dudosos juicios porque bajo la presunción de nacionales, en realidad sólo juegan de locales. Estos argumentos sin tener en cuenta la licitación del tercer canal de televisión que ha sido causante de preferencias políticas que antes resultaban vergonzantes. Una de las razones de la andanada anti establecimiento de RCN y Caracol obedece a que con ese tercer canal tendrán que compartir entre tres una torta publicitaria que actualmente es sólo para dos.

El asunto va más hacia la percepción de nuestra región. Los gobiernos se ejecutan con programas, y esos programas los lideran individuos que le ponen interés de acuerdo a lo que les dicten la mente y el corazón. Necesitamos más corazones Caribes en el Estado colombiano. En este debate sólo dos campañas tienen gente de nuestra región: la de Santos con Carlos Rodado Noriega y la de Vargas con Elsa Noguera De la Espriella. ¡Y estamos de acuerdo con Ignacio Consuegra: no a las limosnas para los costeños!

Y en cambio encontramos a Mockus muy lejano del Caribe y a Fajardo muy cerca de Antioquia. Ambos ensimismados en la burbuja de la academia. A su vez Petro, con barniz cordobés, demuestra disciplina y rigor de izquierda con la mejor propuesta sobre el campo, la de la tenencia de la tierra, origen de la mayoría de nuestras desgracias. Pardo tiene aire y propuestas con mayor carácter nacional por su brillante trayectoria y las fortalezas institucionales del liberalismo, un partido que por estos días anda resquebrajado y dividido en tres: Liberal, La U y Cambio Radical. Lástima por Pardo porque es un excelente candidato para este momento de la Nación. Está también Araújo Rentería, respetable jurista cesarense, que no aparece en las encuestas, no lo invitan a los debates, pero tiene propuestas que buscan un Estado Regional que pueda autónomamente manejar sus destinos sin la interferencia de los poderes centrales. La única auténtica propuesta Caribe.

Quienes encabezan las encuestas, Mockus y Santos, son susceptibles de miles de dardos con curare colombiano, porque tenemos una capacidad antropófaga bien cultivada desde los ancestrales complejos engendrados en la Colonia y alimentados durante la República. Un consejo: la gente no debe votar ni por moda ni por miedo sino por el que considere el mejor, desechando ese embeleco electorero que afecta la democracia como es el denominado ‘voto útil’.

Colofón: Se revuelven las tripas cuando vemos los partidos de fútbol por televisión y los narradores interioranos asumen roles localistas y la transmisión es nacional. No se percatan ni les importa que en ese momento su trabajo sea para todo el país y no para una ciudad. Esta es una muestra de cómo piensa el país del poder. Como la Doctrina Monroe, pero a la andina: Colombia para los colombianos… pero del centro.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) NI POR MODA NI POR MIEDO. Artículo de Opinión Publicado el 28 de mayo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

SICARIOS A GRANEL


Por Humberto Mendieta

El tema del sicariato es recurrente y obligado, y hay que machacar sobre él, no sea que tengamos que recordar la cita que se le atribuye por equivocación a Bertolt Brecht y es de Martín Niemoeller: “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los judíos y no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí pero ya no quedaba nadie”. Por eso hay que repetir para prender las alarmas ciudadanas: el sicariato se tomó las calles de Barranquilla, ¡está a granel!

Y aquí el asunto no va encaminado al lugar común de responsabilizar a la Policía, el tema va más allá. La prueba es que mientras este año con relación a 2009 ha disminuido el número de homicidios, en Barranquilla crece la zozobra. Es contradictorio pero cierto. Anteanoche fue el hijo de una reconocida y ejemplar funcionaria judicial, la procuradora Delegada de Justicia y Paz Miriam Acosta. Hace tres días la víctima fue un contratista de la Alcaldía, y durante la semana uno tras otro de diferentes estratos y profesiones, con o sin antecedentes penales. Gente proba o delincuentes, la mayoría bajo las balas a pago.

Y cada día la Policía captura y da de baja, pero el oficio del gatillo se mantiene en alza. Algo está ocurriendo con nuestra sociedad que, por falta de empleo o de valores, repite modelos poco ejemplarizantes como el de Medellín. Las estadísticas recientes señalan que a mayo 20 del año pasado en Barranquilla se habían producido 133 homicidios. Ayer al mediodía la cifra de este año era de 125, es decir ocho menos que en 2009. En las últimas semanas han sido capturados seis sicarios en flagrancia, pero una particular coyuntura llama la atención de las autoridades: muchos de los imputados no son llevados a las audiencias de acusación, juegan al vencimiento de términos y salen libres, aunque siguen vinculados al proceso, pero también a su oficio: matar por plata.

Hay varias razones que producen este ambiente de Far West, con sheriff, ley y miedo que estamos viviendo. Son causas generadoras como el desempleo y la falta de adecuada inversión social en la ciudad, aunque la Policía Comunitaria trabaja con las pandillas juveniles en los barrios Ferry y Carrizal. Hay también causas facilitadoras como el mototaxismo disfrazado y la falta de cultura ciudadana. La tapa de todo esto es la falsa solidaridad en algunos barrios, que protegen a los bandidos cuando son perseguidos por los agentes. ¡Increíble!, el mundo al revés.
Colofón: Que varios ministros reconozcan continuamente el progreso y desarrollo de las comunicaciones en el Atlántico no es coincidente. Éste es el único departamento de Colombia que tiene todos sus municipios interconectados por fibra óptica. En la actualidad hay 19 computadores por niño en las escuelas públicas del Departamento, superando la meta nacional, que es de 20. De acuerdo a los proyectos de la Secretaría de Informática del Atlántico, en cabeza de Alejandro Pérez, el próximo año las escuelas atlanticenses contarán con un computador por cada 11 estudiantes, cifra que nos mantendrá a la vanguardia nacional. Además, va rumbo a ser el primer departamento del país en tener todas sus instituciones públicas conectadas a Internet. Ésta es una gran muestra de competitividad. Felicitaciones al gobernador Verano y a su equipo.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) SICARIOS A GRANEL. Artículo de Opinión Publicado el 21 de mayo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com


LA CEGUERA DE TRANS-RETRO

Por Humberto Mendieta

En un hecho sin precedentes que lo que debe ser el mejoramiento y modernización del sistema de transporte masivo de Barranquilla, Transmetro, se constituya en motivo de tristeza más que de alegría por la falta de visión. Esperamos quienes vivimos aquí, que al menos cuando por fin comience a operar, sea funcional y no una vuelta al pasado, un Trans-Retro.

Y las tristezas comienzan con la demora, con la ruptura de placas ya terminadas, con la riesgosa estrechez de la 46 y con la abrupta intervención del cruce de la calle 74 con Olaya Herrera. Es inaudito que la única vía que atraviesa la ciudad de oriente a occidente haya sido truncada. Por eso el portal ubicado en el Romelio fue construido con cierto aire de clandestinidad, tapado con una lona verde para que no hubiese la posibilidad de polémica, como muchas de las que ha enfrentado esta lenta obra, que desde ya, aun estimando que va a funcionar, es una nueva modalidad de elefante blanco.

Varias inquietudes en ese sentido publicadas en la sección de este diario Cartas de Lectores, entre esas una de Boris Lustgarten, patentizan el desconcierto ciudadano sobre la forma como el Distrito se quitó a sí mismo el derecho a transitar por la angosta pero querida Olaya Herrera, que viene desde la vía 40, cerca a un cruce con la 30, en la esquina de Fagrave, hasta la calle 96, extendiéndose a los confines de Puerto Colombia y conectándonos con la Vía al Mar.
Nuestro transporte masivo es un proyecto mezquino producto de cómo se concibió y de cómo lo avaló el gobierno nacional. El Transmetro es en su concesión, una réplica del Puente Pumarejo que se hizo de poca altura por radical directriz del entonces Presidente Carlos Lleras y frenó la navegación de buques de gran calado a otros 90 kilómetros de puerto natural que tiene el Atlántico sobre la ribera oriental del Magdalena.
Una voz autorizada sobre Transmetro es el arquitecto Porfirio Ospino, especialista en Planeación Urbana y Regional, para quien este proyecto fue hecho con un concepto pobre, porque debería llegar hasta la Universidad del Atlántico, paralelo al Corredor Universitario y quedó en mitad de camino. Una comisión en la que este profesional participó en 2000 anticipó la necesidad de que la Malla Vial construyera la Calle Murillo con especificaciones para transporte pesado como son los buses articulados. No se hizo y hubo que romper para volver a hacer. El resultado es que la construcción de Murillo consumió los recursos de la Sobretasa de la Gasolina.
Pero la mayor ceguera es la que hace alusión justo a los invidentes. El caso es de enmarcar. Por los lados del Estadio Metropolitano hay una especie de Sistema Braille en el piso de los andenes recién construidos por Transmetro. Es innovador en Colombia y justo y funcional para quienes no ven o tienen severas limitaciones. Son baldosas en alto relieve y cada una tiene un lenguaje. Hay unas como tachuelas que sirven para indicarles a los invidentes que están próximos a cruzar la vía o que se acaba el andén, o de colores contrastantes para quienes tiene alguna visión. Las primeras tienen canales en altos relieves que sirven para guiar el bastón del invidente, pero resulta que los obreros encargados de ponerlas creyeron que eran decorativas. Algunas de las baldosas de guías táctiles se estrellan con los postes de luz y con los árboles. ¡Qué ceguera!

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) LA CEGUERA DE TRANS-RETRO. Artículo de Opinión Publicado el 14 de mayo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

EL PRINCIPIO DE MOCKUS


Por Humberto Mendieta
Para conjurar los maleficios de la desigualdad, la injusticia y la violencia que sufren los pueblos latinoamericanos hay que exorcizarlos mediante la educación pertinente, de calidad y con cobertura, pero no la cobertura para marcar indicadores con grandes escuelas públicas en sector pobres y de miseria, en las que los maestros no logran identificar al estudiante y mucho menos entrar en su alma.
Muchos educadores logran inclusive cambiar el rumbo de sus estudiantes y hay casos célebres llevados al cine, como el del recién fallecido profesor Jaime Escalante, un educador boliviano que llegó a Estados Unidos en calidad de inmigrante y terminó siendo forjador de líderes en la preparatoria Garfield, al Este de Los Ángeles.
En Colombia las brechas en la calidad de la educación son tan profundas que hay que diferenciarlas por zonas, como el interior y el Caribe; por estratos, como ricos y pobres y por sectores, como urbanos y rurales. Es a través de esas profundas diferencias como se perpetúa la desigualdad social y por supuesto el desempleo que significa pobreza.
Sólo que hay un punto aquí en el que vale la pena detenernos para analizar educación y elecciones y mirar el momento histórico colombiano, partiendo de la base de que así como los educadores pueden ser apóstoles de la entrega y el compromiso al enseñar, se tornan también en figuras autoritarias acostumbradas a la posición dominante sobre sus discípulos. De igual manera la cápsula de cristal en donde se desempeña el educador es un mundo diferente al de un país lleno de conflictos que exige reacción inmediata. Esa es básicamente una preocupación que encierra la candidatura de Mokus, exitoso en la Nacional, una universidad con todo el andamiaje, y cumplidor en muchas de sus metas como Alcalde de Bogotá, con un presupuesto que a la fecha equivalía a $14.1 billones.

Pero el país no es La Nacho, como la llaman cariñosamente los estudiantes. Y mucho menos el país es Bogotá, donde todo está a la mano, con congresistas, Magistrados y Presidente viviendo allá. Con la mayor concentración de empleo, de comercio y de industria. Con el aeropuerto de mayor movilidad y carga. Con oficinas principales de todas las compañías. Con el poder.
Pero Colombia no es exclusivamente Bogotá, al contrario, es otro mundo y preocupa y mucho que Mokus venga a hacer su año rural al gobierno, como ocurrió con el manejo de presupuesto del Distrito Capital, donde tuvo prensa a favor por la innovadora campaña de cultura ciudadana. No vaya a ser que se cumpla en él con rigor El Principio de Peter, que establece como axioma, bien probada por cierto, que los empleados son ascendidos hasta llegar a su máximo nivel de incompetencia.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) EL PRINCIPIO DE MOCKUS. Artículo de Opinión Publicado el 07 de mayo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

HISTORIA DEL CONGO GRANDE DE BARRANQUILLA 1875 – 2010: 135 AÑOS


Por Humberto Mendieta
Foto: Cortesía de Emprendedores Turísticos

Eran los días finales de noviembre de 1874 y un grupo de personas, de profesión artesanos y trabajos varios, se reunieron en la casa de un amigo, que era el líder del grupo, situada en el Callejón de Providencia (actual carrera 25) con la Calle España (actual calle 34) Su nombre Joaquín Brachi, Barranquillero, de ascendencia Italiana, líder innato, amante de todo aquello que representaba la tradición y principalmente el folclor.

En la conversación surgió el tema de las fiestas, y Don Joaquín concibe la idea de formar un grupo para participar activamente en el jolgorio.

Él era artesano de oficio y lector de todo libro que llegaba a sus manos, comenzó a fusionar ideas y recorrer los ancestros de los que conformaban la comunidad. Además a recordar las historias de lo que fue la época de los Virreyes, de la colonia, los uniformes de los ejércitos españoles y criollos. Todos reunidos fueron trazando pautas para lo que sería la agrupación danzante.

En ese mismo día, imitando con alegría las costumbres y vestidos de su patria, abrazando grandes escudos de madera, forrados en papel de colores vivos, llevando delantales de cueros de tigre, en la cabeza una especie de rodetes o turbantes guarnecido de plumas, al son de tambores, panderetas y golpeando platillos, llegaban al pie del Cerro de la Popa. Las Reinas de cada Cabildo marchaban enjoyadas, mientras que sus princesas y las Damas de su corte se llenaban la cabeza con guirnaldas y ramos de flores, tanto por alivio para el sol… como por adornos.

De pronto surgió la idea de ceñirse a uno de esos grupos étnicos que se ubicaban en cabildos como homenaje a su origen y fue el del Congo el escogido. Se comenzó entonces la investigación y apareció su esencia de ser una raza guerrera, con vestuarios imponentes conformados por la descripción narrada anteriormente. Quedaron emocionados y comenzaron la formación de lo que sería la Danza Congo Grande de acuerdo a la historia debería ceñirse a la tradición. La raza negra eran los habitantes de esa región por lo tanto los hombres se llamarían Negros y las mujeres Negras. La música que los acompañaría estaría conformada, tomando su tradición por un tambor, una guacharaca y un cantante que improvisaría versos alusivos a sucesos, los cuales respondían el coro y con palmas los amigos de la danza que la acompañaban, palmoteando durante la trayectoria

Los vestidos de los Negros eran pantalón tradicional con parches a la altura de la rodilla en forma de copa o cuadros, con encajes y adornos de seda. La camisa manga larga, pechera o peto decorado con figuras al igual que una capa negra, bordados con encaje alrededor, turbante o gorro alto forrado con tela o papel brillante, adornado con flores artificiales. Desde el Turbante, en la parte de su base atrás se desprende una penca larga que casi llega a los talones, adornada con cintas, lazos y encajes de colores y algunos pedazos de espejos.

Las Negras (mujeres) vestían faldas con tres volantes de colores y encajes, blusa escotada con dos o tres volantes y sin mangas, portan flores en la cabeza y accesorios como collares y aretes.

También se introdujeron disfraces de animales en el Congo Grande con máscaras de toro, perro, tigres, mono, burro, chivo y gorila.

Seis años después Joaquín Brachi delega en Miguel Efro la dirección y en 1921 la Directiva conformada por Miguel Efro, Luís Macias y Dionisio Muñoz decide entregar la Dirección a los también Directivos Néstor y Edwin Linero.

En 1925, bajo el reinado de Sarita Roncallo Vilar, asume la Dirección un hombre de gran carisma que le dará el mayor empuje a la Danza y la colocará en el pedestal de Honor que merece: Dionisio Muñoz Guerrero.

A partir de 1943, se presentaron problemas con los hombres que se disfrazaban de mujeres. La ley lo prohibió y aunque se consiguieron permisos, estos fueron atacados por los encargados de garantizar el orden, por estereotipo dejaron de salir y solamente asistían a los ensayos.

En 1985 la salud de Dionisio Muñoz se empieza a deteriorar y designa a Ventura Cabrera De La Rans, como Director y Propietario de la Danza Congo Grande de Barranquilla con potestad para delegar y ceder sus designaciones, teniendo en cuenta su trayectoria con ejecutorías positivas, atributos cívicos y morales de profundo respeto por la tradición de la Danza.

En 2003 Ventura Cabrera De La Rans se retira de la Dirección por problemas de salud y lega su herencia a su hija Gloria Cabrera De La Rans y a su yerno Adolfo Maury Molina. Estos nombran como Director al Señor Alvaro Altamar.

La Junta Directiva de la Danza se reúne en 2009 y nombra como director al nieto de Ventura Cabrera, a Adolfo Maury Cabrera, joven vigoroso con deseos de trabajar por la Danza.

Como Director y propietario de la Danza Congo Grande de Barranquilla con potestad para escoger dignatario nombra como Presidente al Señor Oscar José Fernández González, y a un comité asesor conformado por José Luis Avendaño, Humberto Mendieta Torres, Olga Senior de Ocampo, Roberto Manzur Villegas, Zuleima Slebi, Rafael Enrique Molina Barrios – Jaime Castro Alvarez – Mario Tarud Jaar, Fernando Roca Donado, Erika Paulsen, Jairo Arturo Mendoza Pérez, Hortensia Sánchez Patiño, Diana Visbal Manjarrés, Jorge Radi Sagbini y Beatriz Manjarrés.

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Mendieta-Torres, Humberto. (2010) DANZAS DEL CONGO GRANDE DE BARRANQUILLA: 135 AÑOS DE HISTÓRIA. (1875–2010). Artículo Publicado el 02 de mayo de 2010 en el Blog Emprendedores Turísticos. Maracaibo. Venezuela. Disponible en: http://emprendedoresturisticos.blogspot.com/2010/05/danzas-del-congo-grande-de-barranquilla.html

CANDIDATOS VERGONZANTES

Por Humberto Mendieta

Colombia será por muchos años un país en la postmodernidad por la tecnología y en la edad media por la ideología. Una prueba de ello es el comportamiento del colombiano medio, con alta carga de prejuicios que lo aplanan en todos los aspectos de su vida. Buena muestra está en el tema político. Hay de todo en el escenario nacional, comenzando por una juvenil y algo snob ola verde que desenfunda el buen argumento de la transparencia a partir del comportamiento de su candidato, Antanas Mockus.

Aquí el asunto en discusión es encontrarnos con verdes entusiastas y con opacos seguidores de otros candidatos de mayores charreteras para administrar el país. ¿A qué se debe esa actitud hacia candidatos como Santos, Vargas, Petro y Pardo, que los hace vergonzantes? Siendo Santos líder en preferencias con tres ministerios a cuestas, Vargas un aspirante con conocimiento y carácter, Pardo un hombre de experiencia y madurez y Petro un aguerrido dirigente con sólido discurso.

Es vergonzante lo que no siendo inmoral ni incorrecto, no nos atrevemos a afrontarlo públicamente por falta de valor o por prejuicios. Es un calificativo que se aplica también a quienes no se atreven a afrontar públicamente su adhesión a una ideología, actitud o costumbre determinada.

De Mockus la novedad y el discurso distinto han hecho de él un producto bueno y sobrevalorado en el mercado electoral. Se escucha un orgulloso grito de hurra por él, de boca de sus seguidores, muchos de ellos colombianos que sienten ultrajados sus derechos y que discuten una patria mejor. Blanden una bandera contra la corrupción, desconociendo por pasión o ignorancia, que ese flagelo no obedece necesariamente a los mandatarios sino a la gente. El quid de la administración pública no es sólo de corrupción o transparencia. Es también de conocimiento y capacidad.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) CANDIDATOS VERGONZANTES. Artículo de Opinión Publicado el 31 de Abril de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

EL VOTO SIMPATÍA

Por Humberto Mendieta

Votar debe ser como nombrar gerente, no se nombra al más simpático sino al más efectivo, pero en Colombia la historia reciente –Pastrana 1998- nos muestra, más no nos enseña, como el voto simpatía sigue reinando y por supuesto llevándonos a repetir errores. El que se considera o es buen ciudadano termina siendo carnada fácil del voto simpatía. Cae en la trampa indirecta, en necesidades creadas, en artificios de especialistas o de gurús circunstanciales.

Muchos colombianos que se autocalifican en la franja de voto de opinión en realidad están en la de la simpatía, no en la del análisis. Parece que el candidato escogido no tuviera como objetivo el solio de Bolívar y ejercer con justicia y acierto las 28 obligaciones que le impone la Constitución Nacional, sino irse a vivir con ese colombiano de simpatía. La opinión como palabra y significado se ha vendido como un ideario, una bandera, una libertad. La opinión es una palabreja democrática, igualitaria, a la que se accede con facilidad y se esboza con gratuidad, con orgullo, así sea equivocada de la realidad. Y realmente la opinión es libre, pero si ese ideario, bandera o libertad está bien formado se expone y argumenta mejor y por supuesto es una opinión más cercana a la verdad.

Tomó como referente las columnas de opinión que he leído con avidez por estos días preelectorales, sean sus autores o autoras locales o nacionales y encuentro que si bien cada uno tiene derecho a escribir lo que le da la gana y como le da la gana, se presume que deberían tener un cierto tono de guía y no de ataque propagandístico. Piden con descaro el voto a los lectores como si la columna no tuviera como objeto ser un faro del pensamiento, un análisis de las necesidades y una justa exposición de soluciones. Encuentro muchas de esas opiniones más emocionales que periodísticas y veraces a partir del nivel de sus argumentos con relación a lo que sostienen como verdadero, sin tener garantía de su validez.

Ya muchos en ataque de simpatía o de antropofagia nacional descalifican todo y avalan todo, depende de la orilla en que estén, por intereses creados hacia el futuro o sobre lo que hemos venido exponiendo: el elector primario, elemental y simpático. Todos tenemos preferencias y no hay por qué ocultarlas, pero usar el espacio para la propaganda escandalosa equivale a gritar en el papel. Pocos hablan de programas, los logros los miden por los impactos mediáticos, casi puede compararse con la novela Desde el Jardín, de Jerzy Kosinsky. “Hay que apoyar a Chance Gardener” es la orden.
Por eso votar debe ser como nombrar gerente y no nombramos al que cuente más chistes, ni al amigo o al primo varado. Si queremos sacar la empresa adelante designamos al que esté mejor calificado y que lo demuestre en el oficio, frente a retos ciertos, no artificiales.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) EL VOTO SIMPATÍA. Artículo de Opinión Publicado el 23 de Abril de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

EL DEBATE DE UNINORTE Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL


Por Humberto Mendieta
Ratificamos con el debate de ayer en Uninorte que nuestros aspirantes a presidentes y vices tienen un alto nivel de comunicólogos. Enfrentan con tanta seguridad y convincente sinceridad todos los temas que uno queda en sus manos. Ni hablar del colombiano medio, tan dado a las emociones, a los giros, a los abrazos, al juego de dominó, al discurso popular, a lo lúdico, a los pretendidos adalides de la justicia.
Quién verifica que lo dicho en medio de tanta emotividad por los candidatos sea cierto. Miremos: Conocen acaso los públicos las cifras o estrategias que operan hoy en el universo comercial y empresarial? Saben hacia dónde va el orden mundial en materia de economía? Saben si los aspirantes están en disposición de enfrentar las vicisitudes de la sociedad moderna o del país maduro a todas las violencias? Lo saben? A los públicos los políticos los tratan como tontos y en muchas ocasiones esos públicos se comportan así. Basta un énfasis en el discurso con un par de frases populares y el respetable rompe en aplausos, como en tele show gringo, con risas incluidas, en este caso con aplausos de afirmación, como un sagrado aval popular a que lo dicho es cierto, o que resuelve para siempre la miseria, la pobreza, el desempleo, la inseguridad y la corrupción.
Así que propuestas populares como “bancos para pobres de segundo piso” que levantó aplausos fueron desbaratadas en un santiamén por Petro, conocedor como es, de temas económicos. Nos preguntamos cuánto daño produce ese buen manejo de medios y el culebrero uso de la palabra. Esos públicos no saben si el candidato que ofrece con convicción una mejor Colombia tiene un micro cosmos en su cabeza y no el país en sí. Los colombianos, y los caribeños en especial, necesitamos aplicar de mejor manera nuestra inteligencia emocional para medir. Dos psicólogos, Saloney y Mayer, definen este concepto como cualidades emocionales claves como la expresión y comprensión de sentimientos, control del genio, independencia, capacidad de adaptación y capacidad para resolver problemas interpersonales entre otras. Ojo, público, para el próximo debate.
Otro aspecto: A Barranquilla le arde en la carne varios temas, como el desempleo –que según cifras oficiales bajó, no se sabe cómo- y uno más grande: la inseguridad y la violencia ciudadana contra todos los sectores. Ya sea por bandas o por ladrones de barrio de todos los especímenes. Es tal fácil culpar a los pobres bajo el argumento de la necesidad, que se evaden las principales razones. En eso casi todos se pifiaron. Santos mostró el mayor conocimiento específico del problema local.
Bien por la Norte, una muestra de la académica al servicio de la región, como se está dando en Barranquilla con varias universidades


Mendieta-Torres, Humberto. (2010) EL DEBATE DE UNINORTE Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL. Artículo de Opinión Publicado el 16 de Abril de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

CARRITOS POR PUESTO



Por Humberto Mendieta

Así se les llama en Venezuela a los viejos e inmensos taxis que atraviesan rápida y temerariamente la frontera. Son lanchones LTD y Cadillac que van raudos con gasolina baratísima y de buen octanaje de Maicao a Maracaibo y viceversa. 45 Bolívares Nuevos o 45 mil viejos –es decir unos 12 mil pesos colombianos- cuesta el pasaje y en cada viaje llevan cinco pasajeros. En esos carritos por puesto nos transportamos con frecuencia y valentía una entusiasta manada de periodistas y profesores que cursamos con avidez una maestría en LUZ, como se conoce por sus siglas a la emblemática e inmensa Universidad del Zulia, que alberga 60 mil estudiantes.

Como nosotros, que somos una cohorte de 31 maestrantes conformada en su mayoría por docentes universitarios, hay cientos de colombianos fronterizos que cursan especializaciones en el país hermano, porque fraternidad es lo que nos ofrece todo el que topamos o con quien compartimos allá, muy lejos del lenguaje beligerante de su presidente contra el nuestro. Muy lejos también de los otrora temidos guardias que vigilaban acuciosos La Raya y unas siete alcabalas más.

Visa en mano y un carné universitario de LUZ, más respetado que valija diplomática, hemos transitado los 108 kilómetros de carretera del Zulia vía Maracaibo sin ningún contratiempo o percance incómodo o humillante como se escuchaba en otros tiempos. Ni siquiera los ánimos semicaldeados y oportunistas de Caracas y Bogotá parecen afectar una situación de hecho que consolida como verdaderas hermanas a dos naciones por sus respetivas naturalezas y no por tratados ni acuerdos de burocráticas cancillerías.

“¿Maestría en Venezuela?”, es una pregunta que me hacen con cierto escepticismo y en algunos casos con un dejo de ironía. Las cosas han cambiado, respondo. Y no necesariamente se debe al gobierno que rige ese país con sofocación desde hace 11 años, dos meses y 7 días. Es que así como ahora los colombianos pisamos fuerte allá, con nuestra moneda tradicionalmente débil, en contraste Venezuela tiene una interesante oferta en educación superior para nosotros. Obedece a un sector de ese país que no hemos visto, porque siempre uno ve lo que quiere. Son comunicólogos con profundos discursos académicos que miramos con respetuoso celo. Le han sacado provecho del bueno a su estándar “veneco” para investigar las teorías de la comunicación, escribir y asistir a decenas de congresos y seminarios internacionales que ya dan resultados.

En ese proceso Venezuela ha mejorado. Mientras el mercado interno de autoabastecimiento es débil y el país se mantiene gracias a las divisas petroleras, cientos de jóvenes buscan la educación para volver a tener lo que tenían. Se acabó la vida muelle, nos dicen allá. Por ahora los carritos por puesto siguen siendo parte de la maestría. Son aulas rodantes en las que se oyen conversaciones de todo tipo de contertulios como el chofer, un maracucho que en realidad nació hace 42 años en Santa Lucía, Atlántico; un comerciante, una mujer wayuú que trae mercancía, un profesor de primaria y una joven médica que hace su rural en Sinamaica y se le varó el carro. Hablan sin tapujos de su gobierno, de lo bueno y lo malo. De lo burdo y lo social. Y del nuestro también, con ligera admiración y maliciosa prevención. Tienen razón.
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Mendieta-Torres, Humberto. (2010) CARRITOS POR PUESTO. Artículo de Opinión Publicado el 09 de Abril de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

MESSI, TAMAÑO JUGADOR, EJEMPLO DE MESURA

Por Humberto Mendieta


Al contrario de lo que dice la mayoría de nuestros congresistas recién elegidos, tenemos en Lionel Messi un ejemplo de mesura. Su grandeza –la de Messi, un metro y 69 centímetros- tiene al mundo futbolístico a los píes. No se necesita ser alto, ni poderoso para tener el tamaño que este jovencito de 22 años ostenta.

La Pulga, como le llaman, ha logrado su verdadera estatura a punta de esfuerzo, de talento y de discreción. Los congresistas en cambio hacen todo lo posible, día a día, para hacerse más visibles con una verborrea indiscreta. Lo peor es que siendo elegidos para hacer goles a favor de la ciudadanía, disparan es a su propio arco y son los únicos que sacan dividendos de los autogoles. No hay nada nuevo en esto, inclusive, es un lugar común, pero inevitable caer en la tentación de compararlos con el número 10 del FC Barcelona, tan de moda ahora. Messi va en crescendo con 114 goles, sin mayores palabras. El Caribe, escandaloso y expresivo, viene en vertiginoso descenso con una pobreza galopante que alcanza el 47% y participación del 14% en el Producto Interno Bruto. Si, es como sumar peras con manzanas, pero es que Messi no habla y actúa.

Luego de toda la andanada sobre las pocas creíbles elecciones, sobre la demostración fehaciente de la habitual compra de votos, sobre los miserables discursos gritados a miserables auditorios cautivos, luego de todo eso, los congresistas insisten en hablar por la radio, la t.v. y la prensa. Y los medios, cómplices indirectos criticamos en privado y elogiamos y entrevistamos en público. Sin mesura, sin la mesura de la rutilante estrella que es Messi. Los ciudadanos dedicados a la política tratan de justificar lo injustificable no hablando de la corrupción o de la compra de votos. Se refieren al tema tangencialmente sólo para denunciar lo que les robó un teniente electoral, no al daño social causado por las cínicas prácticas de siempre.

Qué grandeza y qué parco Messi. Qué pequeñez y qué ostentosos ellos. Mientras el hispano-argentino construye con los píes jugadas maravillosas que hace adictos inclusive a quienes no somos adeptos al fútbol internacional, la mayoría de la clase política colombiana piensa con lo píes y patea con la cabeza.

Coletilla: A José Rafael Hernández, de profesión gran anfitrión y sobre quien anotó Martha Guarín en este periódico que fue gestor cultural, graduado en la vida y con honores, cuando ese oficio no había sido patentado. Su desaparición deja un profundo vacío por la capacidad para convocar y saber darle a la amistad un irrepetible e invaluable tono. A Joserrafa, por su agudeza y generosidad.


Mendieta-Torres, Humberto. (2010). MESSI, TAMAÑO JUGADOR, EJEMPLO DE MESURA Artículo de Opinión Publicado el 26 de marzo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

EL PRECIO DEL PODER

Por Humberto Mendieta

Ángel Beccassino es argentino, vive en Colombia y no es futbolista. A él se debe el título de esta columna, que viene perfecto al triste y repetido panorama postelectoral que padecemos con vergüenza. Y a él se debe porque así se llama su libro que ofrece además en la portada una apetecida y sustanciosa línea: “Cómo se vende la imagen de un político”.

Sólo que el precio del poder no es el que pagan los malos políticos sino los colombianos a los que éstos nos pasan costosas facturas mermando nuestra calidad de vida. Para escribir en términos legales: repiten contra nosotros por lo pagado. Es decir, nos cobran con altos intereses lo invertido en las siempre dudosas elecciones. ¿Invertido? Sí. Lo volvieron un negocio, un negocio sucio que se pelea codo a codo con el narcotráfico lugares privilegiados en el ranking de lo delictuoso.

Y a eso se debe en gran parte el alto nivel de Necesidades Básicas Insatisfechas en lo material y en lo mental que sufrimos en Colombia. Sería estupendo, como estudio del inconsciente colectivo, que un grupo de psicoanalistas decidieran sentar al país en un diván, usando como muestra datos y elementos de la prensa, la televisión, la radio y la opinión pública para auscultar en los hemisferios, en la silla turca, en el hipotálamo.

Serviría al menos para saber en qué estado de paranoia y trauma del día después nos encontramos. Sería bueno saber por qué nos quejamos de lo previsible, de la historia repetida, de la pasividad ciudadana, del morboso disfrute de criticar a quienes nos arrebatan de frente ‘march’ los bienes y la dignidad. Por eso necesitamos el psicoanálisis, para recuperar la conciencia perdida. Precisamente por eso sería bueno saber por qué a sabiendas de ser robados los toleramos y pagamos por ellos el precio del poder, de su poder.

Beccassino no tiene la culpa. Cuando publicó su bien documentado libro en 2003 ya el poder tenía precio y no era exactamente a base de esfuerzo, conocimiento, capacidad, honestidad, responsabilidad, compromiso ciudadano y sensibilidad social. Ya existía la compra de votos, el TLC –Techo, Láminas y Cemento– y los ‘lentejos’ engominados.

“¿Admira usted a quienes en la pasada elección obtuvieron una copiosa votación?” Esa es una pregunta cerrada de encuesta de opinión y la respuesta es un sonoro No. Sobran dedos de las manos, de la izquierda y de la derecha, para contar a los candidatos que merecen el aplauso. Los otros, que son mayoría, ganan aritméticamente pero nadie les cree, pero los felicitan, les hacen genuflexión y les rinden homenajes. Y lo mejor, o lo peor, es que ellos los reciben convencidos y sinceramente emocionados.

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Mendieta-Torres, Humberto. (2010) EL PRECIO DEL PODER. Articulo de Opinión Publicado el 19 de marzo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia.

EL CLUB DE LOS FILIPICHINES

Por Humberto Mendieta

A votar por los que menos vallas tengan” es una propuesta que circula en algunas redes sociales, y es de un crítico empresario local, hastiado hasta la coronilla como estamos todos del espacio público inundado de cinematográficos avisos de candidatos que no contienen oferta política alguna.

A pesar de todo hay aspirantes serios, sin embargo, la mayoría, con el perdón de la opinión pública, parecen socios de un club de filipichines. Ni una línea programática, ni una frase nueva y mucho menos sustanciosa en las vallas. Luces y poses son las características de estas propuestas visuales que en nada seducen a un elector medianamente culto o políticamente correcto. Filipichín es, según Larousse, un tejido en lana estampado, pero en el coloquio es un exhibicionista, dandy, cómodo y de poco compromiso.

Los candidatos serios, incluso los nuevos, también incurren en el mismo error: la petulancia por encima de la razón. Entre éstos vemos jóvenes y valiosos empresarios, académicos y dirigentes deportivos. Es una apología de la vanidad, en donde importa más el parecer que el ser. Podríamos pensar que esa foto bien posada establece los parámetros de su real propuesta, el interés particular por encima del general. ¿Para qué la foto si no sale en el tarjetón? Un gasto inadmisible. Ese espacio debería invertirse en las propuestas programáticas, de las cuales hay pocas sobre el empleo, el principal problema del país, excepto en Barranquilla, que parece mejorar en una inexplicable burbuja de prosperidad.

La valla de moda, denominada en el argot publicitario ‘Colombina’ o ‘Petrolera’ tiene un costo de 4 millones de pesos el alquiler mensual y la lona o foto un precio promedio entre 500 y 640 mil pesos. Su tamaño es de 8 x 4 metros y los valores varían de acuerdo al número de vallas alquiladas y lonas instaladas. Hay candidatos que tienen más de 20 en el Atlántico. Sin contar los paraderos de buses, otra modalidad de la vanidad.

La alternativa de productos es amplia. Afiches, jingles, vinilos panorámicos traseros o micro-perforados, a 110 mil pesos el metro cuadrado. También está el recubrimiento de vehículos en vinilo con un costo de 800 mil pesos cada uno, con foto completa del aspirante, cuya boca puede quedar justo sobre la tapa de la gasolina. Súmenle calcomanías, manillas, botones, cachuchas y camisetas a 3 mil cada una con estampada full color. ¡Ah!, no olvidemos los llamados tropezones –imagen del candidato impresa sobre cartón y madera– a $100 mil la unidad. Sin mencionar los plegables, que incluyen hoja de vida y programa, por supuesto sin la visibilidad de una valla.

Ubicarlas tiene sus restricciones ya que sólo puede ser montada en zonas permitidas, y esos permisos dependen de la disponibilidad que otorgue la empresa Publicidad Barranquilla S.A., autorizada por Construseñales S.A., la firma concesionaria exclusiva del manejo de la publicidad en el espacio público de la ciudad, regulada por la Secretaría de Control Urbano.

Pero hay que ser justos. En realidad los candidatos incurrirían en publicidad engañosa si ofrecen en las vallas lo que no van a cumplir. Cuánta honestidad.

Coletilla. Primero: ¿De quién fue el cocazo de hacer una mini convención conservadora con candidatos antiautonomía regional en el Teatro Amira De la Rosa? Segundo: Hay que apoyar el Voto Caribe dándole más información a la gente. Todavía hay quienes creen que se trata de la conformación de la República Independiente del Caribe con su unidad monetaria: la barra.

Mendieta-Torres, Humberto. (2010) EL CLUB DE LOS FILIPICHINES. Artículo de Opinión Publicado el 12 de marzo de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com

LEYES PARA FINLANDESES


Por Humberto Mendieta


¿Cómo estaríamos ahora los barranquilleros si Samuel Viñas hubiera huido tomando un avión a Panamá o un taxi expreso a Maracaibo luego de la libertad del primero de enero? No podríamos con el guayabo moral del año viejo ni con el dolor solidario que estamos sintiendo por una familia a la que 2010 recibió con un abrazo de horror.

Ni que hablar de la impotencia de esas víctimas y de la vergüenza nacional. Todo gracias al Nuevo Sistema Penal Acusatorio, que no es funcional sino disfuncional y está hecho para finlandeses y no para colombianos. Con evidentes y frágiles tecnicismos legales por fuera de nuestro contexto tropical. Creado para frías y blanquísimas sociedades flemáticas donde el sentido de la responsabilidad es tan alto que los homicidas asumen con disciplina escandinava las flexibles decisiones judiciales de casa por cárcel o libertades momentáneas mientras el proceso sigue.
Ese es un país de policía blanda y justicia suave, con el sistema penal más garantista de Europa, el que menos encarcela. Es una nación de ciudadanos con profunda credibilidad en el Estado y alto grado de confianza en las instituciones cívicas. Poco crimen, mucho honesto, gran bienestar y justicia gratuita. Las prisiones parecen escuelas y la gente responde por los delitos con vergüenza y no con cinismo. Aplican la resocialización del individuo a partir del castigo para formar valores y no como retribución a la sociedad por el delito cometido. ¿En que nos parecemos?

En cambio el diseño de este Sistema nuestro no es para curtidos latinos proclives al dinero fácil, inyectados con malicia indígena, herederos del narcotráfico y todavía con la trampa de la Colonia en la psiquis. Seguro le cabe razón de procedimiento al Fiscal Corredor Ropero en cuanto a la flagrancia, eso es lo formal, pero no convence ni satisface a los ciudadanos de bien ni de mal. No porque el veterano funcionario bogotano decidiera de manera indebida sino porque no está en la lógica de la forma como los criollos actuamos y entendemos. Aún los avezados abogados penalistas no lo conciben y mucho menos la gente de a píe, pero ya el Sistema está y hay que convivir con el monstruo.

El caos es tal que produce acuerdo entre contradictores. Nada más en este proceso los reconocidos abogados que representan una y otra parte coinciden en que las reglas del juego son inadecuadas y de dudosa interpretación. El sistema no es funcional sino disfuncional porque su diseño está desajustado con una política que pretende garantizar justicia a la nueva sociedad. Que la Policía y los fiscales no se tiren deportivamente la pelota amparados en normas para anglosajones, pero con procedimientos y herramientas chuecas y tercermundistas. A este Sistema garantista colombiano le faltan ajustes sobre nuestra realidad. Quienes lo interpretan aquí no pueden salirse por la tangente de los verbos rectores como lo hizo el Fiscal Décimo, que debió prever. Para su suerte y la nuestra Viñas no se fue.

Es preciso, y ya, una pronta y efectiva capacitación a patrulleros y técnicos que dejan por acción u omisión cabos sueltos que sirven de ventanas de escape a los abogados, sean jueces, fiscales o litigantes. Este es un secreto a voces en los corredores judiciales. Una oportunidad que aprovechan algunos penalistas para justificar sus honorarios y los funcionarios para curarse en salud, frasecita ésta que no debe caber en la mente de quien tiene que cumplir con responsabilidad y dignidad su cargo de administrador de justicia en Finlandia, Suramérica, colindando con Venezuela.


Mendieta-Torres, Humberto. (2010) LEYES PARA FINLANDESES. Artículo de Opinión Publicado el 08 de enero de 2010 en el Diario El Heraldo. Barranquilla. Colombia. humberme@yahoo.com